Los Mejillones Mediterráneos son moluscos bivalvos de concha alargada y triangular, con variaciones regionales, de color negro con matices azules o cafés. La carne es de color naranja claro en las hembras y de color blanco ostión en los machos.
Dulce, distintivo y tenue a mar.
Blanda, esponjosa y jugosa.
Es nativo de los mares del Mediterráneo, Adriático y Negro. En México se cultiva en la Bahía de Todos los Santos en Baja California.
Se vende principalmente vivo, en costales o mallas de 5 kg (de 150 a 200 mejillones) pesando entre 25 y 35 g cada pieza, con tallas de 6 a 8 cm de longitud.
Este producto se encuentra todo el año, ya que proviene de cultivo, aunque puede existir una variación en su calidad y rendimiento de carne, principalmente durante el verano.
Los mejillones vivos duran de 7 a 10 días fuera del agua siempre y cuando se manejen adecuadamente. Deben mantenerse en refrigeración con la malla bien apretada dentro de un colador, cubriéndolos con un trapo húmedo para que se mantengan hidratados. No deben colocarse en bolsas o recipientes herméticos.
En México se cultiva en Ensenada, Baja California. Se cultiva utilizando mallas suspendidas a diferentes profundidades en el mar, para poder ofrecer un producto limpio, sustancioso y de delicioso sabor, y se extrae una vez alcanzada la talla deseada. Las aguas donde se cultiva están certificadas por instituciones de México y EE.UU.
La manera tradicional de cocinarlos es al vapor, en su concha, con un poco de vino blanco, cebolla, ajo, apio, aceite de oliva y hierbas de olor. No es necesario agregar sal y agua, ya que durante la cocción, los mejillones liberan agua salada. También se pueden comer al vapor, en sopas, pastas, arroces y ceviches.
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