El cuerpo es robusto; el caparazón está cubierto con una capa de pelo muy fino. El color de los adultos es de beige a rojo con varias franjas y manchas blancas distintas, y los individuos más jóvenes presentan unas variaciones en su coloración, algunos son verdes, otros cafés, mientras que otros muestran el rojo de algas rojas e hidroides. Este cambio de color parece corresponder a un cambio en el hábitat, ya que los especímenes jóvenes viven en aguas relativamente poco profundas entre las algas e hidroides, mientras que los individuos mayores descienden a aguas profundas. El cefalotórax (cabeza) es de una y media veces a una y dos tercios más grande que el abdomen (cuerpo). Tienen de 14 a 17 espinas dorsales que se extienden hasta la mitad del rostro, y generalmente una espina solitaria no muy lejos de la punta aguda, mientras que la extremidad inferior está armada con 7 u 8 espinas fijas. Su carne es muy blanca y brillante.
California spot prawn, Santa Barbara spot prawn, Alaska prawn.
Suave, dulce.
Tersa, firme y jugosa.
Desde la isla Unalaska, Alaska, hasta el norte de Baja California.
Se vende fresco o congelado, por kilo. Los congelados se congelan cada pieza individual. Cada pieza pesa de 80 a 100 g.
Se tiene permiso de pesca hasta el mes de septiembre, mes en el que se evalúa si se renueva el permiso o se hace una veda temporal. En el mes de abril es el desove, por lo que hay una baja en el volumen obtenido, que se regulariza en mayo.
No se deben almacenar frescos más de dos días, ya que se ponen negros relativamente rápido. Una vez que mueren una enzima que tienen en la cabeza se libera y hace que la carne se vuelva pastosa.
Se distribuyen en sustratos rocosos y fango arenosos, grietas y cuevas en donde se puedan esconder durante el día. Generalmente se encuentran entre 180 y 300m de profundidad, a 3 km de la costa.
Mucha gente prefiere no cocinar los camarones de profundidad, sino servirlos como sushi, en japonés se les llaman amaebi, “camarones dulces”. En este caso, la carne se sirve cruda y las cabezas se fríen y se sirven a un lado. En cualquier caso, las cabezas generalmente se cocinan y se sirven, ya que contienen mucho jugo y sabor.
Se pueden cocinar como cualquier camarón. Solo unos pocos minutos en un sartén caliente para cocinarlos uniformemente, también quedan muy bien al vapor.
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