Su concha tiene un leve tinte verde y una capa oscura; su tapa es estriada y perfectamente esculpida. En general es un poco más redondeado que el ostión del Pacífico, con una concha inferior cóncava y profunda. El color del músculo es entre beige y crema.
Dulce, cremoso con un toque de avellanas.
Firme pero suave a la vez y sustanciosa, muy cremosa.
Este ostión está disponible todo el año, incluso en verano.
5 a 6 cm, alcanza talla comercial en 18 meses.
Se deben mantener en la parte más fría del refrigerador con la parte plana de la concha hacia arriba. Es conveniente cubrirlos con un trapo húmedo para que no pierdan su líquido. No deben de mantenerse sumergidos en el agua ni en un recipiente hermético. Estos ostiones tienen una vida de anaquel de hasta 7 días.
Este ostión adquiere su nombre de la prefectura de Kumamoto en la Isla de Kyushu en Japón. Ahí se encuentra la bahía de Ariake, donde abunda como especie nativa. Se introdujo en la costa del Pacífico de EE.UU. y México como especie de cultivo a mediados del siglo XX. Se da muy bien en la península de Baja California, donde se cultiva en San Quintín, B.C. y en Bahía Magdalena, B.C.S.
La forma ideal de disfrutar su sabor es crudo en su concha, acompañado de un Chardonnay o un espumoso. Se lleva bien con el limón, el yuzu, el vinagre, la pimienta. Cualquier cocimiento debe ser ligero para conservar su delicado sabor.
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