Este es un queso artesanal, prensado, hecho de leche entera de vaca sin pasteurizar. Con costra dura y pasta semi-dura cuando se hace con leche de verano y cremosa cuando se hace con leche de invierno. Se madura por 4 meses en una cava con temperatura y humedad controladas, lo cual hace que se acentúe la complejidad de su sabor y aromas.
A nueces y hongos.
Cremosa.
Todo el año. En otoño/invierno los quesos son más duros y compactos debido al menor contenido de grasa en la leche. En primavera/verano son mucho más cremosos, debido al gran contenido de grasa en la leche.
Se manejan dos tamaños, de 500 a 600 g y ruedas de 2 a 2.5 kg.
Al igual que el vino, los quesos se deben considerar como seres vivos. Cada cambio brusco de temperatura se reflejará negativamente en su calidad final. Idealmente, mientras no se haya partido, se deberá guardar en una cava con temperatura constante de 10 a 16°C y humedad por arriba del 70%. Si no se cuenta con una cava con estas características o el queso se ha partido, se recomienda guardarlo en una cámara de refrigeración.
Hace 95 años una familia de italianos, los Ramonetti, al igual que muchos inmigrantes europeos a principio del siglo pasado, llegaron a Baja California en busca de mejores oportunidades para establecerse. El pueblo de Real del Castillo los acogió, localizado al este de Ensenada. En este valle, los Ramonetti encontraron las condiciones ideales para la cría de ganado lechero y se pusieron a hacer quesos como aprendieron en Italia, los cuales vendían frescos a la gente de la región.
Este queso, más complejo, es digno de compartir espacio en un plato de quesos con los mejores del mundo. Se puede servir acompañado de ingredientes sencillos como frutas, miel, nueces, una buena rebanada de pan y una copa de vino. Se recomienda servirlo a temperatura ambiente para que exprese al máximo su sabor, aromas y textura.
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